sábado, 20 de abril de 2013

Denuncio

Gracias a que ya no solo he abierto los ojos, sino que tengo además la prueba de que  me están intoxicando, acudo a la Policía y pongo una denuncia contra la persona que creo que es culpable. Según los abogados que me corresponden, la investigación que se va a realizar va a ser cero. La otra parte pide que se me haga un análisis de tóxicos. Excelente salvo por un detalle. ¿Robaría usted mañana en una tienda sabiendo que va a estar la policía esperándole? Probablemente no iría. Pues así funciona el sistema. Se me tomaron muestras y obviamente dieron como resultado negativo. Es obvio que sabiendo el denunciado que me iban a analizar y tomar muestras, podía parar durante un tiempo.

Además de la toma de muestras, la otra parte solicita que se me haga un análisis psicológico. Este análisis se realiza mediante un test escrito de 20 minutos de duración aproximada y una entrevista con la psicóloga que duró 1 hora, de los cuales 40 minutos fueron a través de un asistente social, vamos que con la psicóloga fueron apenas 20 minutos. Resultado, lo que cuento lo catalogan de delirante, es decir que lo que cuento es imposible que esté sucediendo. Y así, te quitan de en medio, un caso menos y unos sueldos públicos que seguir pagando.

Me documento ante diferentes profesionales de la rama de psicología que me dicen que determinar que una persona tiene un trastorno delirante con apenas 1 hora de análisis, definitivamente carece de validez. Es decir, que tenemos un sistema que no sólo no te ayuda, sino que se esfuerza por demostrar que tu eres el culpable. ¿Deliro yo o el sistema?

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